Hay muchas maneras de encontrar la calma.
Ir haciendo, dicen unos (sin prisa pero sin pausa);
otros recomiendan no hacer nada.
Yo opto por hacer lo que deseo.
Mirar un paisaje, una película...
Escuchar una canción de fondo mientras leo, mientras pienso.
Hablar contigo, reír...
Crear grandes planes sin pensar cómo hacerlos realidad.