Buscar trabajo es un trabajo

Realmente, buscar trabajo es en sí un trabajo. Uno de esos variables en que cada día tienes un horario distinto y tienes que ir a un lugar diferente. A tu jefe no le debes nada, porque realmente eres tú quién elige si quiere o no ir a trabajar. Aunque ahora que lo pienso, me recuerda muchísimo más a cuando estás de becario: ¡porque no cobras nada!

Además tienes que interpretar cada día un papel: hoy has trabajado en una agencia de comunicación, mañana has atendido muchas llamadas telefónicas porque has estado en una agencia de comunicación a la que te llamaba mucha gente así que puedes hacer las tareas de telefonista como la que mejor.

¿Que cuánto me vais a pagar? Ah, eso es todo un dilema. Te están intentando contratar para administrativa y tú ya estás usando el Excel para ellos antes de empezar a trabajar. Que si mil euros brutos por catorce pagas; que si son doce pagas y netos te quedan en trescientos y dices:
- ¿¿Cómo?? ¿Tú quién te has creído que soy?
- Es que tienes poca experiencia laboral.
- Ya, claro, tengo 22 años, he estado 4 años sacándome la puta carrera que no me sirve para nada, he estado 1 año y medio en una agencia de comunicación cobrando lo que me estás ofreciendo tú además de haber estado de cara al público en un par de sitios. ¿Qué quieres?
- Bueno, sí, alguna vez hay que empezar, ¿eh?

Además luego llega el problema de que no te han llamado en dos meses. Y tú venga y venga a inscribirte en ofertas y a mandar mails y no llamaban. Y ahora en una semana tienes 6 entrevistas y la que viene te los tienes que ir sorteando. Nueve y media de la noche:

- Mira te llamo por si te interesa una oferta de trabajo a la que te inscribiste.
- Sí, ¿para cuándo podría ser la entrevista?
- Tiene que ser para mañana por la mañana.
- ¿Perdona? xD

Pero te lo tomas con filosofía y piensas... en algún sitio me cogerán. Y hoy en Les Corts y mañana en Hospitalet y pasado en Badalona. Así te vas recorriendo toda la zona metropolitana, que sólo te queda irte en coche a Madrid y hacer una entrevista allí.

Paciencia...

Benefactors

Hace poco fuimos al teatro para ver una obra que habían anunciado en las noticias de la TV3: Benefactors, de Michael Frayn que estaba disponible hasta hoy, 3 de agosto. Era una obra que se podía ir a ver en la Sala Muntaner, duraba una hora y 45 minutos y en catalán. Nos gustó porque los cuatro actores interpretan muy bien sus papeles, creando una real metáfora entre la construcción de la arquitectura física de planos urbanísticos y viviendas en un barrio de Londres y la arquitectura de una relación afectiva. Josep Julien interpreta el papel de David, un arquitecto al cargo de un proyecto al que cada vez le salen más problemas y casado con Jane, personaje interpretado por Mercè Anglès, encargada de encuestar a los vecinos para pedir la opinión acerca del tipo de edificios que necesitan en el barrio. Juntos forman una pareja amable y feliz que acoge con aparente simpatía a sus vecinos, Sheila (Anna Güell) y Collin (Albert Ribalta), los cuales siempre aprovechan para cenar en su casa y que Jane les cuide los niños. Esta pareja tiene un altibajo sentimental, hecho que repercute en las relaciones entre los cuatro personajes, desencadenando sentimientos de tristeza, desesperación e incluso venganza. A la dirección de Manel Dueso, una obra enigmática del día a día, para ver cualquier tarde... como aquél que ve una película, pero acude al teatro y siente el murmullo y los aplausos de la gente cuando acaba la obra.

La obra cuesta 16 euros pero a nosotros nos costó solamente 8 euros gracias a unas ofertas que nos llegaron por e-mail de la web de “atrápalo”.