lunes, 9 de noviembre de 2009

Los hombres y las mujeres que no se aman

X guardaba las distancias y Y no quería resultar pesado. Aún así, al cabo de una semana, fue a su casa y llamó a la puerta. Ella le dejó entrar y puso la cafetera.

- Pensarás que soy muy tonta: una respetable profesora de cincuenta y seis años de edad comportándose como una quinceañera.
- X, eres una persona adulta y tienes derecho a comportarte como te dé la gana.
- Ya lo sé. Por eso he decidido no verte más. No puedo...
- No tienes que darme ninguna explicación. Espero que sigamos siendo amigos.
- Quiero que sigamos siendo amigos. Pero no puedo tener una relación contigo, me supera. Las relaciones nunca han sido mi fuerte. Creo que necesito estar sola durante un tiempo.

No hay comentarios: