lunes, 9 de noviembre de 2009

Olores

Desde que descubrió que utilizaba el mismo desodorante que su padre decidió ponérselo cada día. Estaba desarrollando una especie de estado psicopático demencial que era incapaz de controlar. Aquél olor hacía desarrollar sus sentidos proporcionando un placer inmenso a su imaginación y su integridad física, mientras que la mental decaía por momentos.

No se trataba más que de una lesión espiritual que se autoinfringía por el mero placer de sentir. Porque - pensaba para sus adentros - ¿qué sería de la vida sin sufrimiento?

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