sábado, 13 de octubre de 2012

Vuela, vuela...



Es tan reconfortante poder ser uno mismo sin que te importe demasiado qué opinen los demás o si era lo correcto o no... Lo justo para que simplemente tengas un mínimo sentido de la vergüenza pero que a la vez puedas dejarte llevar.


Porque es importante entender que aunque la realidad no sea siempre lo que nosotros esperamos, es importante dejar volar nuestra imaginación para llegar más allá de lo que nunca hubiésemos pensado.

A veces sólo es cuestión de dejar volar a nuestra libélula interior...

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